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Me compre mi propia muerte, idiota al pensar, que puede ser de manera orgullosa un nuevo premio a la vida que ya me eh llevado a los extremos sin haber salido del circulo de las posibilidades y de la vida de sufrimiento que quizá pude tener y no me detuve a conservarla. Vivir plenamente.
El despertar hasta tarde y el dormir temprano, pasando el sol arriba por las nubes de frío y con la luna ya perdiendo valor entre los cielos, es que cerré muchas veces el alma, por dolor, por amor, por gusto, con el mismo placer de ver nacer al sol un día mas, después de que de una manera inevitable así como cualquier milagro llegue a verlo una vez mas ocultarse dejando a mi amiga la luna de fuera, con su belleza y su postura encarnada en los ojos de alguna señorita, la misma que usaría para compartir mi soledad o la misma que sería mi nueva musa de cada semana en donde mi inseguridad acerca de entregar todo a la mejor oferta aterra mas a un futuro en sociedad que a un miedo de fallar en cama. O actuar de manera perfecta, da igual.

Enciendo otro cigarrillo.
Pulmones llenos de dolor.
Tos recurrente.
Que ya no se engaña que el final esta cerca y el conocer aquello a lo que muchos le temen (en momentos yo también le temo) me otorga cierta prioridad de envolverme en materia efectiva de sobre valor de los momentos que suceden a mi lado compartiendo el tiempo con mi respiración a medias y el dolor en la espalda debido a un par de pulmones cansados.

Se siente bien, como caminando entre la vida, de regreso a sentir un inicio que ya nadie puede recordar, es todo aquello tan sencillo y aun así tomo años de trabajo absurdo y maldiciones en las noches. Suicidio lento.
No es mas que el deseo de conocer, mas allá de la vida sabiendo de manera bastante segura que no regresaré a contarlo. Lo viviré. Muriendo.
¿Cómo entonces podría reconocer que estuve vivo, si no pude haber decidido de una manera segura como es que merecía morir?
Me lo eh ganado, me lo eh comprado, me lo eh sufrido y empiezo a asegurar, que no podría haber mas bello por momentos que no fuera el saber como es morir, con las razones por atrás, por delante, en boca de todos, morir es igual, a nadie engañan, a nadie perturba la idea de que morir podría ser tranquilo e incluso remunerante después de haber llevado una vida tonta, no habría pecados, vicios, absurdo y carteros que llevarán hasta cualquier casa el sistema completo de periódicos que marcaban ya de una manera extraña que este mundo no servía mas que para seguir adelante sin un camino mas que encontrar, ni una nueva forma de vivir.

Morir podría llamarse igual, aquí y mañana, es igual, nadie podría incluso comprender, toda esta forma tonta y estúpida para la mente normal, sin darse cuenta que el morir podría disfrutarse con el mismo tiempo que el se vive con la ilusión de estar vivo a diario, de contar lo que hay de escuchar como es que se vive cuando no se muere.
Absurdo enfoque y toda la muerte se va viniendo, de una manera que se invoco, olvidando la casualidad y talvez de alguna cierta forma el destino.

Fumando a diario cuando la tos y los pulmones estén apunto de explotar.
Sangrando al toser, llorando a falta de aire al caminar.
El camino de la muerte a la vida completa, que si vivo hoy para morir esta entonces es la mejor manera.Con las estrellas en los ojos, mis ojos, ya no mas los de nadie, con los pendientes para mañana y sin que nadie note que de alguna manera no los haré. Con las promesas en las manos, para no olvidar no desear hacerlas cuando el aire termine de salir completamente por los pulmones y no permita mas el paso de sangre el corazón por estar obstruido por la vida misma que ah decidido abandonar una buena pocilga de cuerpo para vagar por entre los astros, olvidando al cuerpo y dejando la vergüenza en la cara de quien no le importa. Me compré una muerte una pretenciosa, una que me dejo vivir.